Huevos cocidos

¿El huevo engorda?: mitos sobre este alimento

La afirmación “El huevo engorda” que ha circulado durante mucho tiempo, generando dudas entre quienes buscan llevar una alimentación balanceada. Este alimento, que es una fuente rica en proteínas de alta calidad, ha sido objeto de numerosos mitos sobre sus supuestos efectos negativos en el peso y la salud. Incluso, algunas personas evitan consumir huevos pensando que su contenido de grasa podría contribuir al aumento de peso, mientras que otros se preocupan por el colesterol que contiene. Sin embargo, es importante separar los hechos de las creencias populares. Aunque el huevo es un alimento nutritivo y completo, su impacto en la dieta depende de cómo se consuma y en qué cantidad. En Huevos Oro, desmentiremos algunos de los mitos más comunes relacionados con los huevos y el peso, para que puedas disfrutar de este versátil alimento sin preocupaciones.

Tabla de contenidos

Mito 1: El huevo aumenta el colesterol malo 

Este es quizás uno de los mitos más antiguos y persistentes en torno al consumo de huevos. Durante décadas, se ha creído que los huevos, especialmente las yemas, aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) en el cuerpo, lo que podría contribuir a problemas cardiovasculares.  

Esta creencia surgió principalmente porque las yemas de huevo contienen colesterol, lo que llevó a la suposición de que su consumo directo impactaría negativamente los niveles de colesterol en la sangre. 

Lo que muchas personas no saben es que el colesterol en los alimentos no influye tanto en los niveles de colesterol en sangre como se pensaba. De hecho, el hígado produce colesterol de manera natural, y cuando se consume más a través de la dieta, el cuerpo ajusta su producción para equilibrarlo.  

Además, se ha demostrado que el consumo moderado de huevos no está relacionado con un aumento significativo del colesterol LDL ni con un mayor riesgo de enfermedades del corazón en personas sanas. De hecho, el huevo también aumenta el colesterol bueno (HDL), que es beneficioso para la salud cardiovascular. 

Así que, lejos de ser perjudicial, el huevo puede ser un aliado en una dieta equilibrada, siempre y cuando se consuma de manera moderada y dentro de un plan alimenticio saludable. 

Mito 2: Consumir huevos todos los días provoca aumento de peso. 

Otro mito bastante común es la creencia de que consumir huevos a diario conduce inevitablemente al aumento de peso. Muchas personas asocian el huevo con una alta cantidad de calorías y grasas, lo que lleva a pensar que comerlo con frecuencia resultará en kilos de más.  

Sin embargo, esta afirmación está lejos de ser cierta y se basa en una comprensión incompleta de cómo funciona la nutrición y el balance energético. 

Un huevo de tamaño promedio contiene aproximadamente 70-80 calorías y es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, así como de vitaminas y minerales esenciales como la vitamina D, el hierro y el zinc.  

Además, el huevo tiene la ventaja de ser un alimento altamente saciante, lo que significa que te ayuda a sentirte lleno por más tiempo, reduciendo la necesidad de picar entre comidas o de comer en exceso. 

El aumento de peso no depende solo de consumir un alimento en particular, sino del equilibrio general entre las calorías que consumes y las que quemas. Comer huevos de manera regular, como parte de una dieta balanceada, no conducirá al aumento de peso si no estás excediendo tus necesidades calóricas diarias. 

Por lo tanto, el mito de que “el huevo engorda” al consumirse a diario no tiene una base científica sólida. Lo importante es prestar atención al contexto general de la dieta y al estilo de vida, más que culpar a un solo alimento. 

Mito 3: Comer huevos crudos es más saludable que cocidos 

Este mito ha ganado popularidad, especialmente entre deportistas y personas que buscan aumentar su ingesta de proteínas. La creencia de que los huevos crudos son más saludables que los cocidos proviene de la idea de que el proceso de cocción destruye algunos nutrientes esenciales, como las proteínas y las vitaminas. 

Si bien es cierto que la cocción de cualquier alimento puede alterar ligeramente su perfil nutricional, en el caso del huevo, los beneficios de cocinarlo superan con creces cualquier pequeña pérdida de nutrientes. 

 Las proteínas de los huevos, por ejemplo, se vuelven más fáciles de digerir y absorber cuando están cocidas. 

Más importante aún, comer huevos crudos aumenta el riesgo de contraer infecciones bacterianas, como la salmonela, que puede provocar serios problemas de salud. 

En resumen, si bien los huevos crudos conservan todos sus nutrientes, el cuerpo no los absorbe de manera eficiente y, además, su consumo conlleva riesgos innecesarios. 

Madre e hijo desayunando huevos

Mito 4: Solo las claras de huevo son saludables, las yemas deben evitarse. 

Este mito ha sido particularmente popular entre quienes buscan reducir el consumo de grasa y colesterol. La idea es que las claras de huevo son la única parte “saludable” del huevo, ya que son bajas en calorías y no contienen grasa ni colesterol, mientras que las yemas se deben evitar porque contienen grasa y colesterol. 

Si bien es cierto que la clara es una excelente fuente de proteínas, la yema es donde se concentran la mayoría de las vitaminas y minerales esenciales del huevo.  

La yema contiene nutrientes clave como las vitaminas A, D, E y K, así como hierro, zinc, fósforo y colina, un compuesto que es esencial para el desarrollo cerebral y la salud del hígado. Además, las grasas saludables presentes en la yema juegan un papel importante en la absorción de ciertas vitaminas liposolubles. 

Por lo tanto, evitar la yema de huevo por temor a las grasas y el colesterol no solo es innecesario, sino que también priva al cuerpo de nutrientes esenciales. Consumir el huevo entero es la mejor manera de aprovechar al máximo todos sus beneficios para la salud. 

Mito 5: Comer más de un huevo al día es perjudicial para la salud. 

Este mito se ha popularizado debido al temor de que comer más de un huevo diario pueda provocar problemas de salud, especialmente relacionados con el colesterol y las enfermedades cardíacas.  

Durante mucho tiempo, se recomendaba limitar el consumo de huevos debido a su contenido de colesterol, pero se ha demostrado que esta preocupación está desactualizada. 

Hoy sabemos que el colesterol en los alimentos no tiene un impacto tan directo en los niveles de colesterol en sangre como se creía. De hecho, el consumo de hasta tres huevos al día en personas sanas no aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas. 

En resumen, no hay necesidad de preocuparse por comer más de un huevo al día, siempre que se incluya dentro de una dieta balanceada. 

En resumen, los huevos son un alimento nutritivo y saludable que ha sido objeto de varios mitos infundados. Desde preocupaciones sobre el colesterol hasta el temor de que el huevo engorde, muchos de estos mitos han sido desmentidos por la ciencia.  

Consumir huevos de manera regular, dentro de una dieta equilibrada, no solo es seguro, sino beneficioso para la salud. Es hora de dejar atrás los mitos y disfrutar de los huevos con confianza.